Bienvenido a la Brasserie de Gabrielle, ¿qué desea?

Vale, Karl lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a crear un espacio fotografiable por todos lados para su desfile. Si ya lo hizo con la manifestación o el supermercado en anteriores ocasiones,ahora alkaiserse le ha antojado tener una cafetería a la francesa y la ha tenido.Sólo al ver las fotos del espacio creado por lamaisonen el Grand Palais,nos morimos de ganas por tener una aquí en Madrid.Un auténtico viaje en el tiempo, eso es lo que ha creado Chanel para esta Semana de la Moda. Nos ha transportado a la época de Cocó con una decoración de estilo parisino y muy elegante pensada al detalle.Esta vez el realismo ha sido tal que los (suertudos) invitados podían hasta desayunar.Como lo leeis, antes de comenzar el desfile degustaron un desayuno a la francesa compuesto de un café , unos huevos y (¿cómo no?) una copa de champán que incluía el toquechical manjar mañanero.La escenografía no tenía nada que envidiar a la de cualquier película de época premiada.Mostrador de madera, taburetes tapizados en piel roja ycarteles hiperrealistas. Pero lo mejor de todo ha sido la estructura del desfile. Las modelos han entrado en la cafetería y se han sentado para sorpresa de los invitados. Al final, en vez de desaparecer de la pasarela hanpermanecidosentadas en la barra dondeKarl ha hecho sus pinitos como barman ayudado de Ines de la Fressange.Las prendas presentadas seguían el más puro estilo de la firma, con tweed y trajes de estilo lady.Y los complementos no podían ser más originales, ¿nuestro favorito? un bolso plato de cerámica. Sólo Lagerfeld podía hacernos desear un plato para guardar nuestras cosas.Una genialidad del marketing y de la moda.La Semana de la Moda de Paris llega a su fin yChanel (como siempre) la cierra por todo lo alto.

Chanel_8

Chanel Otoño/Invierno 2015 ready to wear

Vale, Karl lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a crear un espacio fotografiable por todos lados para su desfile. Si ya lo hizo con la manifestación o el supermercado en anteriores ocasiones, ahora al kaiser se le ha antojado tener una cafetería a la francesa y la ha tenido.

Sólo al ver las fotos del espacio creado por la maison en el Grand Palais, nos morimos de ganas por tener una aquí en Madrid. Un auténtico viaje en el tiempo, eso es lo que ha creado Chanel para esta Semana de la Moda. Nos ha transportado a la época de Cocó con una decoración de estilo parisino y muy elegante pensada al detalle. Esta vez el realismo ha sido tal que los (suertudos) invitados podían hasta desayunar. Como lo leeis, antes de comenzar el desfile degustaron un desayuno a la francesa compuesto de un café , unos huevos y (¿cómo no?) una copa de champán que incluía el toque chic al manjar mañanero.

La escenografía no tenía nada que envidiar a la de cualquier película de época premiada. Mostrador de madera, taburetes tapizados en piel roja ycarteles hiperrealistas. Pero lo mejor de todo ha sido la estructura del desfile. Las modelos han entrado en la cafetería y se han sentado para sorpresa de los invitados. Al final, en vez de desaparecer de la pasarela hanpermanecidosentadas en la barra donde Karl ha hecho sus pinitos como barman ayudado de Ines de la Fressange.

Las prendas presentadas seguían el más puro estilo de la firma, con tweed y trajes de estilo lady. Y los complementos no podían ser más originales, ¿nuestro favorito? un bolso plato de cerámica. Sólo Lagerfeld podía hacernos desear un plato para guardar nuestras cosas. Una genialidad del marketing y de la moda.

La Semana de la Moda de Paris llega a su fin y Chanel (como siempre) la cierra por todo lo alto.

Síguele la pista

  • Lo último